En un lugar de la Mancha



En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.

Vendio muchas de sus tierras, para comprar libros de caballerías en que leer; y se llevo a casa todos los qué encontro; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva.

Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar, sobre cuál había sido mejor caballero, Palmerín de Inglaterra o Amadís de Gaula; mas maese Nicolás.

Se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio.


Don Quijote: Resumen 1r Capitulo

Presenta a Alonso Quijana como un hombre que era mas bien pobre de unos 50 años, de complexión recia y madrugador. La ama de llaves pasaba de los 40.  
Amante de las novelas. Tal fue la obsesión por estos libros de caballería que decidió convertirse en caballero. Para poder convertirse en un buen caballero necesitaba:
Un nombre para él mismo, decidió ponerse como nombre Don Quijote de la Mancha.
Un nombre para su caballo: Al cual puso como nombre Rocinante.
Una mujer a la cual dedicarle todos sus triunfos y glorias.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada